—Claro —respondió Asher.
—Te llamaré después de la semana —dijo Neyman mientras Asher pronto dejaba la habitación.
—Hmm, oh, casi olvido por qué vine aquí —dijo Neyman mientras su rostro se tornaba serio.
—Podemos ir a mi oficina. Aquí no es el lugar —dijo Xander, mirando a Neyman.
Una semana después,
Asher estaba de pie frente a Neyman quien aún observaba la espada.
—¿Me creerías si te dijera que esta espada podría mejorarse? —preguntó Neyman a Asher.
Asher miró al Profesor Neyman, pero sus ojos se vieron atraídos por un cierto estudiante del último año que estaba en la habitación con ellos.
—Oh, ignóralo por ahora. ¿Y qué me dices de mi oferta? —preguntó Neyman de nuevo.
—¿Cómo? —Asher fue directo al grano.
Su espada era un artefacto y no una espada forjada normalmente. Mejorarla era casi imposible ya que los artefactos no eran actualizables a diferencia de los hechos por el hombre.