Booomm—! Booomm!
Los truenos continuaban cayendo sobre su barrera dorada mientras Layal intentaba abrir la barrera central de la formación.
—Arghhh —a su lado, Austin se retorcía de dolor mientras las lágrimas seguían fluyendo de sus ojos.
Le faltaba completamente el hombro izquierdo y la sangre fluía incontrolablemente desde allí.
Si no fuera porque Layal lo arrastró dentro de su barrera dorada, habría muerto hace mucho tiempo debido a los truenos que caían sin cesar.
Crack... Crack...
Gotas de sudor frío empezaron a aparecer en el bello rostro de Layal al escuchar el sonido de su barrera dorada resquebrajándose.
—Ábrete ya —gritó Layal y finalmente la barrera central se abrió.
Crack... Cracked
Justo cuando se abrió la barrera central, la barrera dorada que los protegía a ella y a Austin se hizo añicos.
Cuando se abrió la barrera, ella no se detuvo ni un segundo y saltó adentro mientras arrastraba a Austin con su maná.