—¿Solo eso? —preguntó Anon.
—Sí, querido —respondió Adeline.
—Bueno, gracias Adeline... Has hecho un buen trabajo —respondió Anon.
—Querido... ¿Vas a hacerlo también conmigo? —preguntó Adeline.
—¿Qué? —preguntó Anon.
—Lo que vas a hacer con Sephie. No tengo mi virginidad pero creo que puedo satisfacerte también —habló Adeline.
—Oh, no te preocupes cariño. También te voy a follar cuando regrese —respondió Anon.
—Gracias, querido. Espero con ansias tu regreso —respondió Adeline con un tono feliz.
Anon miró el dispositivo con una sonrisa malvada y luego miró a Aldrin.
—¿Qué debería hacer contigo ahora? —preguntó Anon con una sonrisa.
—¿No me escuchaste? Mis amigos me buscarán
—Sí, sí, eso escuché. No lo repitas —respondió Anon.
—Entonces más te vale dejarme ir —habló Anon.
—Sí... Tienes razón. Debería dejarte ir —habló Anon mientras chasqueaba los dedos.
*Chasquido*
De repente, Aldrin recuperó el control de su cuerpo y ahora podía moverse libremente.