—Muere... —Anon habló mientras lanzaba las balas de hielo y en solo 5 segundos, todos los secuaces oscuros que cargaban hacia Anon para matarlo, murieron.
—Grawwwww...
—Grawwww...
—Graaaaaaaawwwww....
...
Después de matar a cada uno de los secuaces oscuros, Anon entró en el reino de las sirenas y comenzó a nadar hacia el Castillo Real.
Anon se encontró con otros secuaces oscuros pero no perdió su tiempo con ellos y los mató al instante.
—Son demasiado débiles para siquiera estar frente a mí. Quiero conocer a vuestro maestro y preguntarle, ¿por qué os creó? —Anon habló mientras continuaba caminando hacia el Castillo Real.
Después de nadar y matar secuaces durante los siguientes 5 minutos, Anon finalmente llegó frente al Castillo Real.