—Lo matamos, sí —Todos ellos sonrieron mientras miraban el cuerpo sin vida de Anon.
Palmada-Palmada
De repente, un sonido de palmadas vino desde detrás de ellos.
—Realmente mataron a algo, ¿eh? —Las chicas inmediatamente se giraron hacia la fuente del sonido ya que les resultaba familiar.
En cuanto se voltearon, notaron que la voz pertenecía al propio Anon, que estaba parado cerca del círculo mágico, mirándolas con una sonrisa en su rostro.
—T-Tú...? Si tú estás allí, entonces ¿a quién matamos...? —La chica sobornadora preguntó con una expresión grave ya que no tenía el valor de voltearse.
—Les sugiero encarecidamente que se vuelvan y miren a quien mataron —dijo Anon mientras su sonrisa se ensanchaba.
La señora encargada giró su cabeza lentamente hacia atrás. De repente, una expresión sombría apareció en su rostro cuando notó a quien había matado.