En esa dirección, a mil kilómetros de distancia, se encontraría la frontera entre la gente mágica y el territorio humano... mientras los dragones les estaban causando problemas, no tenían ninguna razón para ayudar a los humanos.
Sumido en sus pensamientos, esa pregunta desconcertante permanecía en la mente de Rain. Si realmente existía un individuo con la capacidad de derribar dragones tan rápidamente, una fuerza formidable que potencialmente podría alterar el curso de su guerra, ¿por qué no se había desplegado a esta persona directamente contra él? El misterio se profundizaba mientras Rain cuestionaba el uso selectivo de un activo tan potente, especialmente teniendo en cuenta el conflicto más amplio en el que estaban inmersos.