Rain no podía evitar preguntarse sobre la composición de este fuego púrpura. Era evidente que utilizaba un gas venenoso como combustible, lo cual era inusual para los ataques de fuego tradicionales. Los efectos persistentes de la contaminación del fuego planteaban preguntas sobre su verdadera naturaleza y posibles consecuencias a largo plazo para los guerreros. Este descubrimiento añadió una capa extra de complejidad a la batalla y la amenaza que representaban estos monstruos.
El número de salamandras era mayor que el de trols por un amplio margen, por lo que sus ataques de fuego hacían vibrar toda la zona gracias al calor. Los guerreros estaban resistiendo, pero por cada salamandra que era asesinada, un guerrero terminaba envenenado y quemado en cierta medida. Un par de minutos más tarde, su capacidad de lucha disminuiría tremendamente.