—¿Todo bien? —preguntó Aria.
Nick soltó un profundo suspiro y tomó otro.
Durante cinco segundos, no dijo nada.
Entonces, lentamente se levantó, sus pasos inseguros.
Parecía genuinamente conmocionado.
Por supuesto, no era difícil para Nick actuar así.
Después de todo, solo necesitaba recordar lo que había pasado allí.
El viaje hacia la Pesadilla lo había llenado de auténtica locura.
En aquel entonces, se había convertido en algo que no podía reconocer.
Había sido una máquina, esencialmente.
Recordar ese momento llenaba a Nick de pavor.
Era como si se hubiera perdido por completo a sí mismo.
—Estoy bien —dijo Nick después de un rato—. ¿Cuánto tiempo estuve ahí?
—Tres horas y media —dijo Aria con sorpresa—. Solo he visto a una persona sobrevivir tanto tiempo ahí, y esa persona había entrenado durante años antes de entrar.
«Justo como esperaba», pensó Nick.
—¿Conseguiste tu habilidad? —preguntó Aria.