Los pies de Nick abandonaron el enorme pilar sobre el cual estaba construido el edificio de Solace, y Nick comenzó a caer.
Nunca había caído desde una altura tan descomunal.
Nick sintió el aire golpear su rostro, y el sonido de los vientos rugientes retumbó en sus oídos.
El pensamiento de caer desde tan alto solía aterrorizar a Nick, pero en este momento, sentía algo completamente diferente.
Era una especie de libertad, pero esa palabra no era del todo precisa.
¿Quizás era una especie de llamado?
¿Quizás era la sensación de que algo aterrador estaba terminando?
¿Quizás era la sensación de tocar algo extremadamente peligroso?
¿O quizás era la sensación de tocar algo muy cálido y agradable?
No importaba cómo se describiera, Nick sentía que algo en su pecho se estaba calentando.
La velocidad de Nick aumentaba a un ritmo aterrador.
La caída no duró tanto como Nick había pensado.