Emmelyn agarró su estómago y se acurrucó en la cama. El dolor era tan insoportable que no podía contenerlo. Cielos... ¿era esta su karma por mentir?
Maldita sea. Esto nunca había sucedido antes.
—Aaaahhh... —Emmelyn se retorcía de dolor mientras la anciana criada que estaba cerca de repente entró en modo de pánico. No sabía qué había ocurrido.
Esta princesa estaba bien hace un momento. Pudo terminar su comida y su medicina. ¿Estaba sintiendo el mismo dolor de antes?
Cielos.. ¿dónde está ese médico real? Se estaba poniendo muy nerviosa. Había pasado casi una hora. ¿Por qué aún no había llegado?
—Aahh... duele... duele... —Emmelyn gritaba de dolor mientras se enrollaba como una pelota en su cama.
La criada iba de un lado a otro en la cámara esperando al médico y a su amiga que regresaran. No sabía cómo ayudar a Emmelyn.
—Por favor resista, mi señora, el médico viene —decía una y otra vez, tratando de calmar a la mujer. Sin embargo, su voz no sonaba convincente.