—¿Qué estás haciendo aquí? —Emmelyn se sobresaltó al escuchar la voz del hombre. Su rostro se palideció al ver a Marte frente a ella, pero su cerebro rápidamente recobró el sentido.
Emmelyn intentó parecer calmada e indiferente para disipar su sospecha. Él no debía saber que había alguien en el salón de baile que Emmelyn conocía.
Si Marte se volvía sospechoso, inmediatamente investigaría lo sucedido y descubriría la identidad de Killian.
Si eso pasaba, incluso si el príncipe heredero amaba a Emmelyn, la vida de Killian estaría en peligro cuando Marte descubriera que había venido a causar estragos en la capital.
Después de pensar durante un buen rato, Emmelyn se dio cuenta de que su hermano debía venir a vengarse, aunque no estaba realmente segura de cómo lo haría.
Si Killian no tuviera malas intenciones hacia la familia real, no habría fingido no reconocer a Emmelyn.