Jiang Yuyan no sabía qué pensar al respecto. Se sentía asombrada por este niño que seguía las instrucciones dadas tan estrictamente.
—Está bien si vienes a la habitación. No te lo tomes tan en serio. —le ofreció Jiang Yuyan.
—¡Hmm! —asintió y continuó—. Tengo un juego nuevo para jugar. Esta es la última versión del que jugamos la última vez y estoy seguro de que te gustará.
—De acuerdo, —ella preguntó—, ¿ya terminaste tus estudios?
—En 10 minutos.
—Pensé que estabas estudiando durante una hora.
—Mi cerebro funciona más rápido a diferencia de alguien aquí. El tiempo restante lo usé para ordenar mi habitación ya que venías aquí y preparé todo este montaje para que puedas jugar cómodamente.
Sonriendo, Jiang Yuyan le desordenó el cabello con los dedos. Como siempre, estaba a punto de decir justo como su hermano mayor pero se detuvo y pensó «No debería pensar nada ya que él sabrá lo que estoy pensando».