—¿Qué hizo esta vez, abuelo? —La voz de Zhao Lifei estaba llena de diversión.
—¿Por qué no se lo preguntas a él? —respondió él, impasible. Ella respondió con silencio y una breve mirada en dirección a Yang Feng. Él le dio una sonrisa tímida e inocente mientras desaparecía hacia su armario. Ella se decepcionó cuando él salió completamente vestido.
Zhao Moyao gruñó:
—Buenas noches.
—Abuelo
—He dicho buenas noches —dijo él de mal humor, colgando el teléfono. Tras unos segundos de reflexión, le envió un mensaje de texto.
[Abuelo Gruñón: Dulces sueños.]
Los labios de Zhao Lifei se separaron. Ella parpadeó y luego una pequeña sonrisa floreció en su rostro. Antes de que pudiera responder, él le envió otro mensaje.
[Abuelo Gruñón: No olvides darle un golpe.]
[Xiao Fei: Buenas noches y dulces sueños, abuelo. Por favor, acuéstate temprano y no trabajes en otros documentos. Tu salud es muy importante.]