Zhao Lifei abrió los ojos asombrada. Qué sueño tan extraño había sido... ¿Fengfeng? ¿Quién era? Intentó estrujar su cerebro en busca de algún recuerdo sobre él, pero no pudo encontrar ninguno. Cuanto más intentaba recordar, más le dolía la cabeza.
—¿Sobre qué estabas soñando? —Zhao Lifei casi grita asesinato al oír el susurro repentino junto a su oído. Se giró y se relajó instantáneamente al ver que era Yang Feng. —Me asustaste —tartamudeó, colocando una mano sobre su acelerado corazón.
—¿De verdad? —respondió él pacientemente, sus tormentosos ojos chocando contra los de ella—. Tantas emociones recorrían esos pozos de tinta, todas ellas, dedicadas a ella.—Entonces, ¿sobre qué soñabas?
—No lo sé... au... —se llevó una mano al costado de la cabeza, frunciendo el ceño de dolor cuando un fuerte dolor de cabeza la golpeó—. No puedo... —cuanto más intentaba relatar lo sucedido, más le dolía la cabeza. Se sentía como si se hubiera topado con un muro terco en su cerebro.