—Asistente Personal Tong —justo cuando todos estos pensamientos estaban confundiéndolo, Tong Chunian escuchó una dulce voz cerca de su oído.
Se dio vuelta y vio que Qin Yan estaba parada justo frente a él. Instintivamente, volvió a mirar hacia el vestíbulo del elevador, solo para ver entrar a Nie Mianmian al ascensor.
—J-Jefa, usted está aquí —Tong Chunian se encontraba en un aprieto. ¿Qué debía hacer ahora? La Señorita Nie ya había subido.
—Mm. Lo siento, Asistente Personal Tong, que haya tenido que esperar tanto tiempo aquí.
—Está bien, Jefa. Solo bajé hace un rato —Tong Chunian pensaba detenidamente si debía decirle a Qin Yan que Nie Mianmian acababa de subir.
Aún estaba deliberando sobre ello cuando una mano blanca apareció frente a él. Una bolsa colgaba de las puntas de los dedos, —Asistente Personal Tong, esto es para usted. No estoy segura de qué sabor le gusta, así que elegí mi favorito.
—Jefa, esto es… —Tong Chunian estaba un poco confundido.