Alessio observaba pensativo mientras Karan examinaba a la inconsciente Eira, tal como lo había hecho todos los días del último año.
Karan se tomaba su tiempo, murmurando hechizos en voz baja mientras realizaba lo que ahora se había convertido en un examen de rutina.
Un examen que nunca le había proporcionado a Alessio las respuestas que buscaba, pero Alessio no se rendiría.
Muerta o viva, Eira era un tesoro incomparable para Alessio, pero viva... viva significaría mucho más, no para Alessio mismo sino para Neveah para quien este regalo estaba destinado.
—¿Cómo está? ¿Cómo está ella? —Alessio preguntó cuando Karan finalmente se detuvo en un lugar y dejó de dar vueltas.
—Muy igual a como estaba ayer... todos los días muestra una mejora estable, por mínima que sea, casi insignificante. Pero esto no es suficiente para asegurar que levantar el hechizo sea seguro —Karan dijo con un movimiento de cabeza.