—Sebby... —Olivia lo miró fijamente, sus ojos buscando cualquier señal de vulnerabilidad en su cara. La atmósfera entre ellos estaba cargada de palabras no dichas y emociones no resueltas.
Seb retrocedió mientras ella se acercaba a él y se puso de pie —Vamos, Olivia. Está haciendo más frío aquí.
Aun estando tan ebria como estaba, sabía que él no iba a discutir sobre el pasado. Podía verlo en la firme expresión terca de su cara. Lentamente, asintió —Está bien. Me iré. No te pedí que vinieras aquí conmigo, sabes. Habría encontrado el camino de regreso a mi habitación.
—Oh, no tengo ninguna duda de que eventualmente encontrarías el camino de vuelta, probablemente con algunos desvíos por el camino y tal vez habiendo perdido algunas cosas —asintió Seb y le hizo un gesto para que lo precediera mientras la seguía, suspirando lentamente.
—Pero ya no soy tu responsabilidad... Seb —ella provocó.