La habitación, iluminada tenuemente, estaba llena de tensión mientras Nora y Demetri se sentaban frente a Gabe, Ian, Seb y Lucien. La única fuente de iluminación provenía de una solitaria lámpara de escritorio que proyectaba sombras alargadas sobre la gastada mesa de madera. Afuera, la lluvia caía de manera constante, un lúgubre telón de fondo para la inminente confrontación. El aire estaba cargado de tensión mientras Demetri y Gabe continuaban mirándose fijamente.
Finalmente, fue Gabe quien apartó la mirada, empujando una pequeña memoria USB y un archivo hacia los demás. —Esto es todo lo que he encontrado.
Al decir esto, Gabe se levantó, listo para abandonar la habitación. Fue Ian quien detuvo a su hermano, cuestionándolo:
—¿No vas a discutir las contramedidas y estrategias?
Gabe lanzó una mirada a Demetri, quien aún no había dicho nada, antes de negar con la cabeza: