(Desde la perspectiva de Azul)
—Su Alteza, ha omitido su entrenamiento durante dos días. No se permite un día más —dijo Perita con severidad—. Su Alteza fue quien me dijo que le obligara a practicar incluso si intenta relajarse.
—Pero Su Alteza quiere tomar un pequeño descanso. No está mal, ¿verdad? —argumentó Ruby.
—Está mal.
—Su Alteza tuvo una noche difícil anoche —explicó Ruby—. No creo que pueda moverse mucho.
—Rayos, Ruby... Suena raro —murmuré—. Había pasado un día después de la luna llena. Incluso después de la noche de luna llena, Demetrio y yo lo hicimos tanto como quisimos. Anoche, como solíamos hacerlo antes, lo hicimos. Fue divertido. Todo el palacio parecía saberlo.
No muchos sabían que estaba embarazada. Pero sabían que estaba enferma y por eso, Demetrio y yo no podíamos hacerlo durante mucho tiempo. Y ahora, sabían que habíamos empezado a hacerlo de nuevo. Por eso, incluso nos dieron pastel durante el desayuno tardío de ayer.