—Despierta, cariño, y toma esta medicina.
—Me duele el culo… —murmuré.
—…Debe ser porque estabas sentada encima de la mesa… Esa posición seguramente no era cómoda para ti.
—¿Dem…?
—¿Qué? ¿Ni siquiera te diste cuenta de que era yo?
—Ah, pensé…
Por lo general, era Ruby quien me despertaba estos días. Así que, no esperaba que fuera él. Me había olvidado completamente de que me había dicho que me despertaría cuando volviera.
—¿Qué medicina es esta? —pregunté, tomando una pequeña botella de vidrio en forma de Chianti de él.
—El doctor te revisó cuando estabas durmiendo. Dijo que todo está bien, pero te sentirás mejor si tomas esta medicina.
En el momento en que abrí la tapa, un olor tipo medicina se extendió por toda la habitación. —Ehh, el olor no es el mejor…
—¿No es el mejor? Es el peor olor de todos —refunfuñó—. ¿Estás segura de que puedes beber eso? ¿O debería decirle al doctor que lo cambie o algo así?
—No, está bien. Lo manejaré —murmuré.