(Desde la Perspectiva de Azul)
—¿Cómo puedes decirme que olvide eso? —pregunté en total incredulidad—. Ellos... ellos son tu familia.
¿Cómo podía decir incluso que podría matarlos por mí? A pesar de que sabía qué tipo de persona era, todavía era demasiado.
—Tú eres mi familia —él dijo—.
—¿Yo?
Pero no fui su familia todo el tiempo. Incluso hace solo dos meses, no era su esposa. Ellos eran su familia, entonces y aún ahora.
—Dem, ellos también son tu familia. No soy solo yo. No fui tu esposa todo el tiempo —dije—. ¿Qué hay del pasado? Ellos eran los que estaban contigo, no yo.
—Querida, solo porque compartamos el mismo nombre y la misma sangre no significa que seamos familia —dijo él.
—¿Eh?