—¿Sobre qué? —Shawn estaba perdido y no entendía de qué broma pensaba Steffan que estaba hablando.
—Tú, organizando para que me encuentre con la Dra. Janice.
—Por supuesto que no estaba bromeando —Shawn frunció el ceño y preguntó con un tono frío—. ¿Por qué crees que bromearía con algo así? ¿Alguna vez he fallado en cumplir lo que prometí?
—Steffan torció su boca, levantó los ojos al cielo y dio un par de golpecitos en el lado de su cabeza como si estuviera realmente pensando en ello—. No parece que pueda recordar.
—Shawn suspiró impotentemente y negó con la cabeza—. Eso es porque no hay registro de eso. Se dirigió hacia la máquina de café y vertió una taza de café.
Steffan esperaba que Shawn le entregara la taza de café, pero para su asombro, Shawn llevó el café a su boca y tomó un sorbo sin parpadear. Incluso hizo como que no veía sus brazos extendidos.