—¡Suéltame, perra! —Felicia intentó soltarse de Monica. Furiosa, Felicia empujó a Monica al suelo—. También debería deshacerme de ti.
Monica gateó hacia Erika, que seguía sufriendo de dolor, y apoyó la cabeza de Erika en su hombro.
—No puedes hacer nada —respondió Monica, su tono tan cortante que afectó el ego de Felicia.
—¿Quieres probar conmigo? —interrogó a Monica, apuntándoles con la pistola y preparándose para dispararla.
De repente, oyeron pisadas aceleradas dirigiéndose hacia ellas. Era tan audible que uno sabría que solo se acercaba cada vez más a ellas.
En pánico, Felicia miró desafiante a Monica y Erika y, sin perder un segundo más, desapareció de ese lugar.
Ethan y algunos hombres llegaron a la escena y vieron a Monica abrazando a Erika con fuerza.
—¿Qué le pasó? —Ethan interrogó a Monica con urgencia en su voz.