"La siguiente mañana, despertó cubierta con una colcha. Su cuerpo se encontraba cómodamente tendido en ese sofá, su pequeño marco encajaba perfectamente en el largo cojín. El sol aún no había salido, pero el color del cielo ya mostraba signos de aclarar.
Cuando miró la cama, la encontró vacía.
—¿Dónde se fue?
Miró a su alrededor y encontró a Arlan de pie junto a la ventana, mirando hacia el exterior como si estuviera meditando sobre un problema.
—Vaya. Esa expresión. ¿Se levantó temprano o no durmió? No recuerdo que tuviera una pesadilla ni que yo necesitara sujetar su mano. ¿Podría ser que tuvo una pesadilla pero yo estaba en un sueño profundo y no desperté?
—¿Estas planeando dormir más o qué? —escuchó que él decía, sin volverse a mirarla.
—¿Acaso tiene ojos en la parte posterior de su cabeza? —inmediatamente se levantó del sofá, sofocando un bostezo—. No creo que esté enojado, pero…