La sede del Grupo Mamet.
Un Rolls-Royce negro se detuvo en la entrada, y el conductor rápidamente salió del coche para abrir la puerta. —Señor Caleb Mamet, hemos llegado.
Caleb Mamet asintió y condujo a Xaviera Evans fuera del coche. Bajo la mirada intensa de todos, Xaviera se sentía algo inquieta. —Caleb, es solo firmar un contrato, ¿no es innecesario hacer un gesto tan grandioso para esto?
Tan pronto como entró, Xaviera notó los arreglos especiales a su alrededor. Todos se inclinaban ante la pareja, y Caleb la llevó directamente al ascensor. La multitud estaba tanto curiosa como un poco temerosa, echando miradas furtivas hacia ellos.
—¡Esa es la Sra. Mamet!
—La Sra. Mamet es tan hermosa, no es de extrañar que el Señor Caleb Mamet la adore tanto.