บท 28: Cap 18 Desayuno
Gracias a los días lluviosos el jardín estaba lleno de vida y las flores consentidas por la naturaleza se expandían libremente. Delilah se perdían con facilidad en los frágiles y coloridos pétalos, incluso cuando tan solo podía apreciarlos desde su lugar de desayuno frente a la gran mesa del comedor.
El tiempo fluía de manera diferente para una chica que era comúnmente distante, sin duda, Raguel podía asegurar que el significado de mirar el jardín olvidándose de la realidad no obedecía a un gusto real y apasionado por las flores.
El jardín había cobrado una nueva importancia para ella debido a la figura del hermano menor del heredero de la casa Bathory. Las cosas elegantes y discretas ahora tenían el poder de evocar el rostro y la figura de ese hombre.
Aquella mañana se había distraído un buen rato durante el desayuno mirando hacia las ventanas, la marquesa estaba a su lado, de hecho, fue ella misma quien la despertó personalmente para atraerla al comedor como si su visita fuera solo por esa causa. Ella sabía de ante mano que Neil ya había dicho lo que era prudente saber, pero necesitaba ser clara y dejar ciertas palabras grabadas en la cabeza de la joven candidata:
"Estoy segura de que puedes guardar este secreto como si fuese tuyo, sin importar de qué forma, Neil no debe salir perjudicado."
Lathasha quien es siempre pulcra con lo que respecta a los asuntos personales, mostró un lado oculto en el que exteriorizo cuán importante era ese hombre para ella.
Ese comedor ahora despertaba recuerdos efímeros en los pensamientos de la marquesa, siempre perdía el aliento cuando enfrentaba las palabras de Neil con respecto al marquesado. Estuvo dudando algunos años entre pedir su consejo y mantenerse en pie por sí misma tanto como le fuera posible, pero Neil no es alguien que supiera esperar a las cosas inciertas. Para él, el trasfondo de la mansión y las tierras no representaba ningún problema, era simplemente ella quien no podía aceptar la naturaleza de las clases altas, se negaba a vivir decepcionada de sus padres, pero no quería ser siempre tan lamentable, Neil nunca perdería el tiempo tratando de ver más allá de la sensibilidad.
—Estarás atada a este contrato incluso después de muerta, debe ser terrible ser la última descendiente de una sangre tan ambiciosa como la de los marqueses.
Lathasha quien podía soportar cualquier palabra de Neil que pretendiera apuñalarla, cerró los ojos y permaneció en silencio.
—La mayoría de esos campesinos murieron de hambre, incluso si ahora gastaras la mitad de tu fortuna en recompensarlos sería completamente inútil.
Ella lo sabía perfectamente porque lo había intentado todo para limpiar su nombre, los pecados de sus padres ya no podrían ser pagados y ella se negaba a mantener la vida de lujos a la que estaba encadenada por medio de un papel que podría romperse con tan solo desearlo. Si ella pudiera renunciar a todo y permanecer al lado de Neil lo habría hecho desde un principio, pero Liam odiaba a los Zehren, a cada uno de ellos en el pasado y a los que pudieran existir en el futuro.
—No se puede hacer nada con las personas que han sido enterradas por el pasado, pero con lo que respecta al presente, solo hay un camino por el que seguir... un heredero.
Lathasha apenas podía creer lo que Neil era capaz de decir, en primer lugar: se había esforzado en crear su propio lugar dentro de la clase noble, su fortuna actual se alejó de su gran herencia, simplemente no podía desechar la mansión y las tierras que consideraba malditas, y en segundo: el destino vengativo se encargó de maldecir a cualquier Zehren que caminara sobre esa tierra, porque el noble linaje moriría con ella debido a su infertilidad, ¿cómo podría él decir tales cosas?
—Las familias que comparten lazos sanguíneos con los Zehren son muchas, hay una gran lista dentro de la nobleza media que guarda parentesco legal incluso si no es a través de la sangre. Aquel que sea capaz de revivir este lugar bajó los ideales de Lathasha, debería poder quedarse con todo, ¿no lo crees?
La idea de una adopción nunca cruzó por sus pensamientos, lo que más deseaba era entregar ese lugar a Neil y olvidarse de todo ¿por qué tendría que complicar las cosas hasta ese punto? ¿qué clase de solución tan absurda era esa?
—Eres capaz de tomar lo que tanto ha deseado Liam, pero estas trazando otro camino, eres demasiado cruel.
En aquel momento Lathasha no podía saber que para Neil ese lugar no tenía ningún valor, si estaba involucrándose no era solo por los caprichos de su padre. En lugar de usar solo su influencia para arrebatarle todo, prefería hacer un camino mucho más largo. Liam jamás le permitiría comprometerse con Lathasha, por supuesto que tendría que aceptar entonces, que en esta vida las cosas se complican cuando se es tan necio y egoísta.
—¿Pasa algo, Delilah?
Cuando Leroy llamó a la joven chica, Lathasha fue arrastrada a la realidad, dejando sus recuerdos en los más profundo de su inconsciente y centrando su atención en el rostro apático de aquella jovencita.
—Estos días se ha sentido muy sola, debe extrañar a Caín.
Raguel le sonrió y esta fue la primera vez que su aspecto obediente se transformó en un gesto agresivo.
—Caín debería regresar de Yuor en los próximos días.
Lucrecia quien ignoraba la situación de aquellos dos, limpiaba sus delicados labios cuando habló tranquilamente. Los días transcurrieron tan rápido que comenzaba a resentir la ausencia del hijo del conde.
—La señorita Eilith es amable y paciente, estoy seguro de que Caín no es tan indiferente, si ha viajado únicamente con ella.
Delilah apenas pudo mantener su expresión serena al escuchar a la marquesa mencionar el nombre de la nieta del duque.
—No fue nadie si no el conde quien esperaba este resultado, Caín solo ha sido muy amable por llevarla. Me pregunto si realmente entiende que él no tiene ninguna intención de comprometerse aún.
—Es cierto, Caín no tiene esas aspiraciones.
Como si Raguel quisiera remarcar los ideales de Caín descritos por Lucrecia, se apresuró a complementar su comentario, sin embargo, el visible cambió de humor en Delilah la obligó a bajar la cabeza.
—Aun así, a juzgar por sus antecedentes, Caín no había sido tan permisivo con sus pretendientes anteriores.
Leroy bebía de un vino oscuro cuando entró a la conversación.
El pecho de Delilah se sintió apretado y un gesto de amargura oscureció más su figura distante. Entonces se dedicó a terminar su desayuno, para levantarse con la excusa de volver a sus labores en la cocina, y ante la afirmación permisiva de la marquesa, desapareció.
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