Cuando el reloj marcó el comienzo de las horas de visitas, Mukahi Aori se dirigió a la recepción del hospital para solicitar que se le permitiera visitar a su padre.
Usualmente vendría todos los días que no tiene clases para ver si su padre finalmente estaba a dispuesto a hablar con él.
Lo primero que haría en esa clase de días sería ir a la recepción del hospital, donde la encargada de dar las horas de visita le haría saber que su padre no quería verlo.
Lo mismo ocurrió en esta ocasión.
Una vez más su padre se negó a recibirlo.
El estado de ánimo de Mukahi Aori no podría ser peor, durante los últimos días la condición de su padre solo ha empeorado.
Al principio se pensó que lo que tenía era una simple gripe, pero no podría estar más lejos de eso.
Resulta que su padre sufría de envenenamiento celular a causa de una herida en la base craneal cerca del hueso occipital.
Esta lesión fue una secuela de una caída que tuvo por las escaleras de su casa hace varios meses atrás.
Mukahi Aori estaba preocupado. Los médicos le dijeron que su padre podría entrar en estado de coma en cualquier momento.
Antes que eso ocurra él quería hablar una última vez con su padre. Decirle lo agradecido estaba con él por haberlo cuidado desde pequeño.
'Su condición sería mejor si lo hubieran tratado antes'.
Falta poco tiempo para las vacaciones de invierno. Durante ese tiempo que tenga libre planea hacer todo lo posible para ayudar en la recuperación de su padre.
Mukahi Aori asiente a esa idea.
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Por otro lado, el padre de Mukahi Aori permanecía sentado inmóvil e inexpresivo mirando por la ventana el hermoso desierto a las afueras de la ciudad M.
Ha pasado bastante tiempo desde la muerte de la cabeza de la familia Mukahi. No puede decir que no sabe que le espera un destino similar. Una muerte con la que no se siente conforme.
Todo por culpa de esos malditos fragmentos de estrella.
Espera que su hijo jamás sufra un destino similar.
El lamento interno de Mukahi Ren no alcanza a durar mucho.
De repente su corazón empezó a volverse loco al sentir la presencia de algo sagrado acercándose a su dirección.
Era una energía mágica a la que estaba acostumbrado a percibir desde hace décadas.
Entonces una persona cruzó por su mente cuando confirmó la fuente de ese poder.
'¡Primer creyente!'.
La persona encargaba de resguardar el tesoro sagrado de su iglesia.
El colgante que irradiaba un aura única que solo los creyentes de la deidad de la Compasión podían percibir.
Al darse cuenta de que su tesoro sagrado se dirigía hacia su dirección, las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos inexpresivos de Mukahi Ren.
En su mente pasó el recuerdo del día que tuvo abandonar a sus amigos en esa capilla en el desierto.
Mukahi Ren sabía con certeza que el primer creyente no podía ser la persona que se acercaba hacia su dirección.
Esto era debido a que fue testigo de los momentos finales de su viejo amigo.
Es algo triste de recordar, así que se omitirán detalles.
La persona que se acerca no es el primer creyente.
Aunque Mukahi Ren era consciente de ello, un halo de esperanza se elevó en su corazón al imaginarse el tipo de persona era la que ahora resguardaba el tesoro de su iglesia.
El tesoro de su iglesia solo se podía pasar de voluntad propia, por lo tanto, sería el primer creyente quien escogió a esta persona.
Mukahi Ren confiaba en el juicio de su viejo amigo, por ello no dudaba que la persona que se acercaba era el candidato adecuado para resguardar el poder contenido en la lágrima de Dios.
Mukahi Ren recordó todas las palabras que grabó en su cabeza el día que abandonó a sus amigos en esa capilla en medio del desierto.
'Se fuerte y sigue adelante'.
'Dios nos dijo que solo yo estaba a salvo de la oscuridad y que mi deber era ayudar a mis amigos a escapar de ella también'.
'Ahora mis amigos podrán conservar su humanidad'.
'Mi final también está cerca y pronto estaré con ellos'.
Originalmente era deber de Mukahi Ren volver a la capilla y terminar con el trabajo. Pero no tuvo el valor de hacerlo y se sumió en una terrible depresión.
Las cosas solo empeoraron luego que le diagnosticaron cierto mal en su cuerpo.
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Mukahi Aori se dio cuenta de la llegada de su primo. Primero lo saludó y le preguntó quién era la persona que lo acompañaba.
El encuentro con alguien a quien prefieres evitar. Deja esa extraña sensación de no estar haciendo algo bien.
Park Moon estrechó la mano de Mukahi Aori y se presentó como el hermano mayor de Mukahi Motoki.
"¿Hermano Mayor?". Preguntó Mukahi Aori.
"Es en sentido metafórico". Respondió Mukahi Motoki.
"Ya veo". Entendió a la perfección Mukahi Aori.
Su primo ahora tiene un hermano mayor. Eso es increíble.
Park Moon no se atrevió hablar más. Estaba algo sorprendido por la repentina aparición del mejor amigo del protagonista masculino.
Lo único que se le ocurrió para mitigar el daño a la trama fue mostrar una expresión indiferente.
Mukahi Aori vio la expresión indiferente de Park Moon como la cosa más hermosa de este mundo.
"Tú tienes unos ojos muy bonitos". Halagó en voz alta Mukahi Aori.
Park Moon se sintió algo nervioso al escuchar eso. Nada bueno salía involucrándose con los amigos de los protagonistas. ¿Qué hacer cuando estaba frente a ti?
"Tú también tienes unos ojos muy bonitos". Dijo sin querer Park Moon.
Dándose cuenta de lo había dicho, Park Moon trató de corregir sus palabras.
"Sería una lástima que terminaran aplastados". Dijo Park Moon con una sonrisa malvada e irradiando un aura malvada.
Mukahi Aori extrañamente tomó eso como un cumplido y asintió con la cabeza.
Pasó a preguntarle a su primo la razón por la que había venido al hospital.
Mukahi Motoki procedió a explicarle su situación. Omitiendo claramente los detalles de los zombis y la capilla.
"Ya veo, en ese caso solo te queda colarte a la habitación de mi padre".
"Desde de hace mucho tiempo que no permite que nadie lo visite".
"Sinceramente no creo que seas la excepción".
"Yo distraeré a los tipos de seguridad, mientras tú y tu amigo aprovechan a colarse a su habitación".
"La verdad es que quería hacer algo así desde hace mucho tiempo. Pero como soy una sola persona, poco puedo hacer".
"Si trabajamos en equipo estoy seguro de que los tres saldremos ganando".
Mukahi Aori terminó de exponer su propuesta a Mukahi Motoki y Park Moon.
Park Moon y Mukahi Motoki quedaron impresionados por el gran compañerismo que desprendía el mejor amigo del protagonista masculino. Un alma tan solidaria merecía ser salvada.
Sería esta primera impresión la que más tarde le garantizaría a Mukahi Aori entrar a la facción que Park Moon fundaría en el futuro.
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Autor: Su Ming detesta los viernes por alguna extraña razón.