Cuando Shen Ruojing se estaba preparando para caminar hacia Chu Cimo, alguien la llamó de repente. —Miss Shen.
Esta voz familiar y maligna sonó abruptamente, haciendo que su cuerpo entrara instintivamente en un estado defensivo. Lentamente se giró y vio a Dugu Xiao de pie detrás de ella.
El hombre estaba vestido con una camisa morada hoy, y abrazaba sus brazos exudando un aura poderosa. Sus profundos ojos la miraban como un cazador miraría a su presa.
Un indicio de intención asesina parpadeó en los ojos de Shen Ruojing, pero desapareció un momento después. Ella dijo fríamente. —Señor Dugu, ¿en qué puedo ayudarle?
Miró a su alrededor antes de echar un vistazo a la policía estacionada en la entrada del estudio.
Dugu Xiao siguió su mirada, y sus labios se curvaron en una sonrisa maligna. —Solo quiero ser amigo de Miss Shen.
¿Amigos?