—Realmente no te entiendo a veces, Alicia —dijo Zeres con voz débil— y otra vez, Alicia apartó la mirada.
—Tampoco entiendo qué es tan difícil para ti comprender, Zeres —la voz de Alicia también era ahora débil, con un leve tono de queja—. Ya sabes que estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por mi pueblo. Lo has sabido durante mucho tiempo. Ya has visto hasta qué punto estoy dispuesta a llegar para salvar nuestra raza —Alicia estaba exasperada de tener que abordar este tema nuevamente con Zeres.
—Sí, lo sé. Vi con mis propios ojos… cómo incluso te sacrificaste desinteresadamente, no solo tu vida, sino tu... solo por salvar a alguien... a alguien a quien siquiera... —Zeres se atragantó y no pudo terminar su frase, solo la miraba con esos ojos impotentes.