De vuelta en las Colinas del Dragón Negro.
Sentada en el banco, la joven Abigail miraba absorta el bosque, esperando de nuevo. Había pasado muchos días desde que Alejandro se había ido y todavía no había regresado. Estaba devastada y tan tristemente maldita pero nunca dejó de creer que un día, Alex volvería con ella. Le había prometido que volvería así que hasta entonces, ella le esperaría.
Pero le extrañaba mucho. Extrañaba su sonrisa, su voz, esas noches en las que ambos simplemente se sentaban en el banco mirando el cielo, y todos esos momentos que pasaron juntos. ¿Por qué? ¿Por qué aún no había vuelto? ¿Cuánto tiempo iba a echarle de menos así?
Sentía como si tuviera un nudo en la garganta. No sabía que echarle de menos se sentiría tan terrible. Era una miseria para la que no estaba preparada.