Luisa estaba muy confundida. ¿Quién era este hombre? ¿Cuándo se convirtió el gran Alexander Qin en un hombre con emociones? ¿Y por qué reaccionaba así? ¿No debería esta noticia hacerle querer celebrar?
—¿Está ... está realmente segura esta vez? —preguntó Alex, parecía que estaba en negación, haciendo que Luisa sacudiera la cabeza con incredulidad. Este no era el Alexander Qin que ella y todos los demás conocían...
—Alex, sabes que mi madre nunca se equivoca. Le pediste que lo confirmara porque dudabas de ella por primera vez. Ahora el resultado es el mismo... ella claramente dijo que es ella, Alex.
Alex, inconscientemente, dio un paso atrás, un gesto que simplemente no le quedaba bien. Su rostro se oscureció hasta su estado más oscuro y miró al piso.
—Alex, ¿qué te pasa? —Luisa estaba extremadamente confundida y curiosa acerca de qué estaba pasando con él. Nunca imaginó que algo podría sacudir a este hombre así.