Lei Tianxing, Ji Qianshan y Feng Bu'e miraron en la dirección que Sikong Wuxie señalaba.
A lo lejos, había un enorme pozo carbonizado con un radio de miles de metros.
Habían visto este enorme pozo justo ahora, pero no le prestaron mucha atención.
Sin embargo, al mirarlo ahora, sintieron que era un poco extraño.
Lei Tianxing agitó su mano y dijo:
—¡Vamos a echar un vistazo!
Entonces, Lei Tianxing y los otros tres parpadearon y volaron sobre el enorme pozo.
Ji Qianshan murmuró:
—Este enorme pozo definitivamente no se formó naturalmente. ¡Es hecho por el hombre!
Feng Bu'e entrecerró los ojos y dijo:
—No hay ni una sola brizna de hierba en un radio de miles de metros. Para poder destruir este lugar en tal medida, parece que este lugar ha experimentado una batalla considerable.
Lei Tianxing señaló a uno de los lugares en el enorme pozo y preguntó:
—¿Qué es esa cosa brillante?
Ji Qianshan agitó su mano derecha.