—¡Oh Dios mío, Gran Blanco, eres tan lindo después de encogerte! —Prajna se agachó y acarició la cabeza de Gran Blanco con cariño.
—Es cierto que es mucho más lindo. ¡Ya no se ve tan feroz! —Bujie chasqueó los labios y dijo.
—Gran Blanco en realidad se ha encogido de 20 metros de altura a 60 centímetros. ¿No es esto demasiado mágico? —Xu Ying dijo ensimismada.
—¡Gran Blanco de verdad no es una bestia demoniaca cualquiera! —Lin Wenxuan entrecerró los ojos y dijo.
—Gran Blanco, ¿no habías dicho que antes no podías encogerte? ¿Cómo es que ahora sí puedes? —Yang Luo miró a Gran Blanco atónito y preguntó.
Gran Blanco señaló a Yang Luo y luego a su propia cabeza. Emitió algunos gemidos.
—¿Quieres decir que hace tres días, mencioné que sería genial si pudieras encogerte? ¿Así que en los últimos tres días has estado pensando en esto y hasta lo lograste? —Yang Luo dijo.
Gran Blanco asintió repetidamente.