—Bujie se pasó la lengua por los labios —dijo—. Hermano Yang, ya que nuestros niveles de cultivo han avanzado, ¿deberíamos regresar a nuestro país ahora o ir a algún otro lugar?
—Yang Luo dijo —Contactaré al Rey de la Destrucción. Luego, haremos un viaje a la sede de la Corte Imperial Santa.
—¿Ah?
—La comisura de la boca de Bujie se retorció —Hermano Yang, ¿estás planeando retar a los pocos Reyes Divinos que quedan ahora?
—Así es.
—Yang Luo asintió y dijo —Lo planeé desde el principio.
—Bujie dijo —Hermano Yang, tu cultivo acaba de avanzar y quieres desafiar a los pocos Reyes Divinos que quedan. ¿No estás siendo demasiado arrogante?
—Prajna añadió —Hermano Yang, los Reyes Divinos que quedan deben de ser muy fuertes. Anteriormente, el Rey de la Destrucción y los demás también dijeron que el Rey Divino clasificado en primer lugar era increíblemente poderoso. ¿Por qué no esperamos un poco más?