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En el camino, la pareja estaba jugando alegremente.
Emilia era coqueta, pero sin importar lo que hiciera, ¡Oliver Walker simplemente no revelaría los detalles de la misión!
Emilia, ansiosa, se mordió el labio, haciendo pucheros ferozmente mientras amenazaba:
— Dime, ¿sientes algo por esa chica o no?
De hecho, su marido no había respondido directamente a su sospecha.
¡Ella sabía que su marido no era un mujeriego!
¡Pero quien representaba la mayor amenaza para ella era Grace Floss!
¡La chica que había estado oculta en lo más profundo del corazón de Oliver Walker durante tantos años!
Ella también entendía el carácter de su marido; aunque no traicionaría su matrimonio, cuanto más leal es un hombre al amor, más difícil le resulta desenredarse cuando se enamora.
¿Celosa?
¡Por supuesto que estaba celosa!
Grace Floss le superaba en todo, y precisamente era Grace Floss quien la hacía sentirse inferior.
—Eh...
—¡Hablemos de la misión en cambio! —interrumpió Oliver Walker.