Debido a Sunny, pasaron más tiempo cerca del Rompecadenas de lo que habían planeado. Sin embargo, él simplemente no podía decir qué era lo que lo hacía sentir tan incómodo. Después de un tiempo, no tuvieron más opción que dirigirse a los acantilados.
Cassie montaba a Pesadilla al frente del grupo, Sunny y Nephis seguían, mientras Santo y Demonio defendían la retaguardia. Mientras caminaban, Sunny permanecía en silencio, con el ceño profundamente fruncido.
—Simplemente... me siento extraño.
Era como si hubiera dado estos pasos antes. La arena blanca, la niebla en espiral, los edificios negros de los altos acantilados... todo se sentía extrañamente familiar.
—¿Qué está pasando?
Finalmente, descubrieron una línea de huellas en la arena. Sunny debería haberse sentido sorprendido y curioso, pero apenas prestó atención al misterioso descubrimiento. Como si fuera natural que las huellas estuvieran allí.
—Esas fueron dejadas por un humano.