El Gran Río fluía sin cesar. En algún lugar del futuro, las ruinas de Tejido flotaban vacías y silenciosas, sin nadie que presenciara su marcha inevitable hacia la destrucción. En algún lugar del pasado, la ciudad de Borde se erguía, albergando los horrores ocultos de la Profanación.
Existía también el Crepúsculo, misterioso y temible, perdido en el tiempo.
…Pero aquí en Gracia Caída, los días eran pacíficos.
El trabajo en el Rompedor de Cadenas comenzó poco después de que Sunny, Nephis y Cassie terminaran su té. Él visitó los muelles para observar las reparaciones, pero realmente no tenía sentido. Los ancianos ciudadanos de la última ciudad humana sabían cómo cuidar de un barco mucho mejor de lo que él lo hacía, y aunque sus cuerpos eran ancianos y frágiles, todavía había algunos Despertados entre ellos.
Su fuerza física resolvía muchos problemas, por lo que Sunny no necesitaba ayudar. Lo mejor que podía hacer era no estorbar.