¡Pudo hacerlo porque Jonathan se había entrometido en sus intereses!
—Jeannie, ¿me estás escuchando? —Mónica estaba un poco nerviosa.
No importa la relación entre Jeanne y los Lawrences, la muerte de Jonathan debería hacerla sentir mal.
—Te escuché. Voy a volver a los Lawrences a echar un vistazo.
—Iré contigo.
—No es necesario. Es demasiado tarde. Deberías descansar temprano.
—De todos modos, no podré dormir por un tiempo, así que iré contigo. No tienes que recogerme. Simplemente tomaré un taxi allí yo misma —dijo apresuradamente Mónica.
Jeanne no pudo rechazar la amabilidad de Mónica. Después de todo, en el corazón de Mónica, se suponía que debía sentirse terrible.
Dijo:
—Te recogeré. Dame la dirección.
—Está bien —Mónica envió la dirección a Jeanne.
Jeanne echó un vistazo y se levantó para cambiarse.
Al salir, llamó a Kingsley. —Jonathan está muerto. Cayó desde lo alto. Mira las imágenes de vigilancia y envíame las pruebas.
—De acuerdo.