Thump Thump Thump.
Thump Thump Thump Thump.
En el tranquilo coche.
En ese momento, Jeanne oyó el sonido de su propio latido.
Era irregular y muy rápido.
Miró al Cuarto Maestro Swan, que estaba cerca de ella.
Miró su guapo rostro, que se magnificaba bajo las intermitentes luces de la calle.
Pensó para sí misma.
—Probablemente podría entender por qué Melody Sanders, la digna princesa de los Sanders, rebajaría su estatus y tomaría la iniciativa de perseguir a este hombre.
—El encanto de este hombre era realmente difícil de resistir.
Pestañeó.
Su corazón seguía acelerado.
No respondió.
Sin embargo, en ese momento, su rostro se acercó.
Cerró los ojos.
Muchas… cosas indescriptibles podían pasar entre adultos por una mirada, un latido, o incluso por un pequeño toque.
—Admitió que había perdido la cabeza.
En el momento en que perdió la cabeza, sintió un suave beso en la frente.
Fue un beso ligero.
Sin embargo, parecía haber dejado una marca.
Abrió los ojos y lo miró.