—La próxima vez que me beses, recuerda sacar la lengua —La profunda voz de Cuarto Maestro Swan era magnética.
El cuerpo entero de Jeanne estalló.
¡No habría próxima vez!
¡También se mantendría lejos de él en el futuro!
Jeanne se marchó enfadada.
El hombre detrás de ella levantó la cabeza, y era evidente que estaba sonriendo.
Jeanne salió de la habitación de Cuarto Maestro Swan.
El lugar donde Cuarto Maestro Swan vivía era enorme, con un estilo típico blanco y negro. Era muy similar a la sensación que daba a la gente...
No.
No era similar.
Cuarto Maestro Swan era mucho más llamativo que estos edificios.
Jeanne reprimió su furia y volvió al coche.
El conductor llevó a Jeanne lejos.
Cuando se fue, pasó por un gran bosque de bambú.
Bajo el cielo nocturno, la brisa soplaba, creando una escena diferente.
Jeanne no pudo evitar preguntar:
—¿A Cuarto Maestro le gustan mucho los bambúes?