—Ella sintió crecer una sensación de inquietud dentro de ella cuando la enfermera abandonó la habitación. ¿Quién era el señor Wilkinson? ¿Y qué quería de ella? Solo podía esperar que encontrarse con él le proporcionara algunas respuestas.
—Ella se desplomó en la cama, su mente agitada con temores e incertidumbres. No podía olvidar la memoria de las figuras amenazantes que la habían perseguido, sus intenciones claras en sus miradas frías y duras. El pensamiento de estar atrapada e indefensa le enviaba escalofríos por la espalda.
—Lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos mientras reflexionaba sobre la secuencia de eventos que la habían llevado a esta precaria posición. Perder a sus padres a una edad temprana había sido un giro cruel del destino, pero nunca imaginó que su vida tomaría un giro tan drástico.