Al principio, Layla pensó que era un comentario fuera de lugar hecho por Muka. Quizás se trataba de una broma, pero desde el tiempo en que se conocieron, Muka nunca había hecho una broma, especialmente algo así. Otra cosa era que ella sabía lo importante que Quinn era para esta última, lo que fue la principal razón por la que Layal se sorprendió. Después de todo, para ella, incluso pensar en hacer una broma así en la situación actual no solo era desconcertante y confuso, sino también desgarrador.
—Vamos, Muka, ¿Quinn no ha estado ausente tanto tiempo como para que te hayas olvidado de él? —preguntó Layla.
—He visto la espada a tu lado durante mucho tiempo, pero nunca te escuché decir su nombre antes, —Muka miró la espada por un momento antes de encogerse de hombros y agregar—: De todos modos, creo que deberíamos seguir adelante y revisar a los vampiros para ver si están bien.