En el tercer día después del regreso de Ham, se podría decir que todos en el castillo estaban afectados por una sensación general de frustración. La tensión estaba en el aire, entre los habituales que no participaban. No podían hacer nada y, incluso si lo hicieran, todos los ojos estaban puestos en ellos.
Mientras Plata se había quedado en el castillo, Leo y Quinn habían estado ocupados buscando en el área alguna pista más relacionada con la ubicación de Fex. Registraron otras áreas además de aquella donde estaba Kazz, por si acaso podría estar en cualquier sitio, excepto en las otras áreas internas del castillo. Se necesitaría permiso para entrar.
También habían mantenido contacto con Lee, el decimotercer líder, pero desafortunadamente ninguno de los dos pudo encontrar ni el más mínimo indicio.
Su única esperanza restante era esperar a que Ham despertara.