Antes de que salieran de la habitación de Peter, tanto Fex como Logan habían puesto al tanto a Peter de toda la situación. Les informaron del plan y los problemas que venían con él.
Sin dudarlo, después de que se le dijese lo que se debía hacer, Peter aceptó. Al escuchar que todo esto era para ayudar a Quinn, estaba feliz de poder ser de alguna ayuda para su creador y salvador.
Sin embargo, la repentina respuesta parecía extraña, pensó Fex. Claro, los Wight eran leales a sus creadores, pero no como esto. Uno tendría que dar una orden y verse forzado a hacerlo debido al vínculo de sangre, pero Peter parecía haber aceptado todo tan fácilmente.
—No puedo garantizar lo que te sucederá cuando se enteren —dijo Fex—. Podrían matarte. Las palabras habladas trataban de disuadirlo.
—Está bien —respondió Peter—. Es mejor que ser dejado en manos de los humanos. Además, si me quedara, hay una buena posibilidad de que descubran a todos ustedes y no querría que les suceda algo.