Wendy salió de la casa de Zen con Michael.
Lo siguió detrás de él, tomándose su tiempo para hacerlo. Cuando entraron al ascensor, Michael miró la maleta y la bolsa del portátil que Wendy llevaba. Luego, extendió la mano para tomarlos de ella. Wendy retiró instintivamente las manos cuando sintió el abrupto calor de las de Michael.
Cuando miró hacia arriba y se dio cuenta de que Michael solo tenía la intención de ayudarla a cargar esas cosas, se sintió conmovida y dijo con voz baja:
—Yo las llevaré.
—Suéltalo —dijo Michael en tono conciso.
—Yo... —Wendy quería decir algo más, pero cuando se encontró con la mirada de Michael, todo lo que pudo hacer fue obedecer y dejar que Michael le quitara las cosas de las manos.