Mackie llevaba una bolsa llena de libros para sus primos. Fueron al decimotercer piso, donde se encontraban las dos suites con puertas comunicantes.
Mackie sostenía firmemente la mano de Mamá mientras estaban frente a la puerta. La niña estaba nerviosa y emocionada porque había pasado mucho tiempo desde la última vez que vio a sus primos. Se preguntaba si sus primos aún la recordaban o si ya la habían olvidado.
Chloe sonrió a su hija y dijo: —No te preocupes, tus primos están emocionados por verte de nuevo. Han preguntado por ti muchas veces—.
Chloe tocó el timbre dos veces hasta que alguien abrió la puerta desde adentro. Al abrirse la puerta, Mackie se encontró con la vista de su primo mayor. Se miraron con sorpresa antes de que los ojos de Mackie se iluminaran, y ella saltó para abrazarlo.
—¡AARON!—
Aaron estaba atónito. No reaccionó durante un rato hasta que escuchó la voz de su hermanito tras él.
—¿Es la Jefa Mackie?—
—¡Oye, es la Jefa Mackie!—