Damien sintió un dolor agudo en el corazón al ver el disgusto en su rostro. Sabía sin que se lo dijeran que estaba dirigido hacia él. Sin duda, entendió que ella tenía razón en odiarlo tanto como lo hace... ¡extraño!
Desde que la hizo suya, la había tratado con tanto desprecio. La tomaba todas las noches sin permiso y tan bruscamente como podía solo para hacerla gemir, pero ella resultó ser una terca. Incluso intimidó a sus hermanas solo para verla suplicar, pero ella nunca lo hizo. Se quedó sin opciones para romperla y al final, no pudo evitar ablandarse e intentar enmendar las cosas. Aunque no entiende por qué se sentía incómodo con la forma en que la trató en estos últimos días, acaba de darse cuenta de que era inhumano.