Rex suspiró y se levantó de su asiento. Se acercó a ella y le dio una palmada en el hombro de mala gana antes de decir:
—Sé que tienes algo dentro de ti para mi hermano. No sé qué es ni me importa saberlo. Sin embargo, es tu culpa. Mi hermano te trajo aquí para ser la niñera de Valen y no para enamorarte de él. Él te paga una gran suma de dinero y se asegura de que tu familia esté bien protegida.
Fue lo suficientemente amable como para darte beneficios más que suficientes como niñera de su hijo. Ahora mi hermano está casado y te aconsejaré que mates esa cosa que está creciendo dentro de ti.
Puedes ver que mi cuñada no es una persona fácil como pensabas. Puede ser loca cuando está furiosa. Está enojada contigo por lo que intentaste hacerle esta mañana, además el comportamiento de Valen la molestó.
Por ahora, te diré que no la presiones. Sé de lo que eres capaz y sé lo que has hecho y lo que planeas hacer para que mi hermano te note. Solo te advertiré una vez, desiste.