บท 6: Cap 6 (Ahora si, ¡Publicando nuevo capitulo!)
[El Momento Más Esperado]
Estaba relativamente más inquieto de lo que nunca he estado. Incluso cuándo ya llegué al piso treinta de la Torre-Mazmorra. Aún me temblaba el corazón al escuchar el estruendoso resonar del hierro golpeando el suelo.
Su presencia imponía más que un puto dragón. Y éso que me desayuné uno, pero no quitaba el echó de que sus pasos me estaban haciéndo insultar al bastardo qué me puso en está situación.
Oh, pero si ése wachin era yo.
Pensé con gracia, hasta que deje de escuchar el sonido que provocaban las botas de aquella armadura.
Una espada, una enorme jodida y hermosa espada. Apuntando su filo a mi delicado cuello. Con una mirada afilada, pero con una mescla de melancolía en ella que me hizo sentirme algo mal.
- Viniste A Matarme... ¿Verdad? - Preguntó cómo si estuviera afirmado ése echó.
- ... Nooouuu~... En realidad yo suelo venir aquí a estudiar con otros compañeros. Pero.... Digamos que los espantaste - Exclamé con cierto tono gracioso, pero mirando atentamente sus ojos.
No es cómo que me apetecía mirar la espada que me podía matar.
Lo que mencioné desconcertó a la chica, que tenía la apariencia de una linda adolescente bien dotada de institución. Pero su mirada cambió a una de curiosidad, pero manteniendo su semblante serio.
- ¿Qué estudiaban? ¿¡A Casó Métodos Para Eliminarme!? ¡Además! ¿Por qué dices que los espanté? - Exclamó con cierta molestia, pero su curiosidad estaba creciendo aún más.
Bueno, llámame marica, pero sinceramente me siento intimidado por su reciente griterío. Aún así, me mordí la lengua y mantuve una expresión lo más tranquila posible.
- Estudiábamos cosas normales, qué "ayudarán" en nuestro futuro. Por lo general, no sé nos da a conocer la existencia de personas cómo usted, aunque soy una excepción. Pero en tenerla, la mayoría de civiles viven pensando que los espíritus son unos desastre naturales. Que suceden por cuasas inentendibles. Por lo que sólo eres conocida por las chica que siempre te atacan - Dije todo lo que pude exprimir del coco, tratando de darle cuerencia a mis palabras y usando lo que recordaba de DAL.
No puedes concéntrate mucho en la trama cuándo hay Pibas semi desnudas y muy atractivas.
Pude ver cómo ella me miró sorprendida, aunque su rostro sé retorció al recordar a aquellas chicas. Pero bajo su espada, sin embargo ella no dejo de mirarme con la guardia en alto.
- .... Que humano tan extraño eres - Dijo de una manera que no sabía si era un alago o un insultó, pero recordé la mirada que me dió cuando la llamé persona, se veía muy consternada. Podría tratar de probar con éso - ... Dime, cómo sabes de mí a pesar de ser una "persona" que supuestamente debería desconocer de Pers-... Seres cómo yo - Comentó tranquilamente aunque manteniendo su desconfianza, aunque vaciló un poco en sus últimas palabras.
- Ehm... Bueno, tenía una amiga que trabajaba de éso. En un comienzo no me lo comentó por qué era secreto, pero luego nuestra relación y llegamos a ser muy cercanos, hasta que me reveló la existencia de los espíritus - Menti, para rápidamente volver a tener su espada en mi cuello, con una mirada molesta por muy seguramente recordar a la AST. Aún así, seguí con el guión - Traté de comvence de que dejara ése caminó. Tenía odió por un espíritus qué le arrebató a su familia. Era un odio muy enfermó llegando a la venganza... Y bueno, ella terminó muriendo por su obsesión - Dije fingiendo un tono de tristeza y melancolía, mientras trataba de transformar mi expresión en una de dolor.
Me acegure de que no mirara mucho mí cara agachandola un poco mientras la apartaba, esto por sí es que era muy obvio que estaba fingiendo. Pero tuve que hacerlo por qué me causó gracia usar algo del pasado de Origami para que ella simpatizara con migo.
No fué lo más ingenioso, creo que se me pudo haber ocurrido algo mejor, pero ésto era lo más seguro. Además, ella no era mala por naturaleza, creó podría hasta sentirse mal por mí.
Y así fue, ella puso una expresión bastante sorprendida. Hasta molesta.
Creo que demaciado molesta.
- ¿¡Por Qué Alguien Tan Estúpida Haría Eso!? - Me gritó haciéndome saltar - ¡Por Qué Ella Moriría Por Venganza Sí Tenía Una Persona En Quién Confiar!
- Ehm, bueno, ella sufrió mucho.
- ¡Eso Es Una Estupidez! ¡Si Yo Pudiera, Estaría Contigo Por El Resto De Mi Vida!
- ... ¿Gracias~? - Sinceramente no sabía que decir a éso.
Ambos nos quedamos en absoluto silencio. Yo tenía mi cara algo sorprendida, y ella igual por lo que dijo, aunque un poco más exagerado. Y por eso mismo un sonrojó sé empezó a tintar en sus mejillas.
Ésto se nos puso romántico.
- ¡Eh! ¡Y-yo! ¡Noquiz-! - Ella me señaló tratando de sacará las palabras que se le atoraron en la garganta, pero en su rostro se le notaba que no quería decir algo que me lastimara, a pesar de nunca haber estado en una situación así. Pero yo sólo le dí una muy bonita sonrisa.
- Tranquila, entiendo lo que quisiste decirme. Agradezco tu comprensión. Me alegra que sea una buena persona.
Me alegra muchísimo que no me mates.
Ella se sonrojó exageradamente. Tal vez mí carisma haya echó un buen trabajó en éso, aún así, éso no evitó también que me diera una sonrisa.
Sin embargo, no quería perder éso, ella muy seguramente sé distraería y recordaría todos sus momentos malos. Por lo que traté de desvíar la conversación para qué ella estuviera mejor. Pero ésto también sería una perfecta oportunidad para que se abriera lentamente.
¿Hablamos de las piernas? ¡No! Yo hablo de su corazón.
- Sabes, en el mundo de los humanos es normal convivir en familias. Que se basan en el pilar principal, el padre y la madre, y el importante serían los hijos, que en una pareja suelen ser unos pequeños y lindos niños - Dije bastante alegré, atrapando su interés por completo y cambiando su ánimos a uno curioso, interesado y un poco alegre por lo bonito que sé oía.
Estuvimos muy inmersos en la conversación bastante relajante, aunque era más un pregunta y respuestas, dónde ella muy contenta preguntaba todo lo que no entendía.
Fue agradable, aquella que una vez me miró cómo si fuera una amenaza en potencian se había vuelto una chica curiosa y bastante educada... Bueno, estoy seguro que ella en un futuro tendrá una actitud bastante molesta, transformandose en la de una niña mimada insoportable.
Posiblemente por el echó de haber sido la mayor parte de su vida acosada por una agencia de mujeres exhibicionistas armadas con armaduras casi Iron-Man, debió ser algo traumático, muy seguro cuándo sé le pasé empezará a tener una actitud más infantil. Por lo que tengo qué enfatizar más que me gusta su actitud sería.
Mientras adiestraba a la Waifu, repentinamente nos confundimos al escuchar un gritó, sin embargo, después de eso unas explosiones se empezaron a oír.
- ¡Puta Madre, Nos Están Disparando! - Grité sorprendió, moviendome a un lado para esquivar unos astros de luz indistinguibles qué sé acercaban a nosotros. Por un momento me olvidé que había estado matando bestias mágicas de otro mundo, es que era costumbre en latinoamérica esquivar las balas en ves de recibirlas.
La chica que aún no le había dado nombre. Se preocupó inmediatamente y nos cubrió en un domó de energía morado medio transparente. Pero hizo un trabajó exelente parando las balas. Sería la envidia en latinoamérica.
- ¿¡Estás Bien!? - Gritó, acercándose a mí.
Le hiba a decir que no pasaba nada, pero luego recordé que literalmente me escondí como una nena de unas balas. Por lo que realmente me sentí avergonzado.
- ¡Sí! Bueno, mi orgullo sé dañó. Pero dentro de todo estoy de perlas - Dije confundiendola. Cierto, había cosas que ella no conocía.
- Luego te explico cada cosa. Creo qué mejor es ocultarnos y buscar un lugar seguro. Al menos qué tengas algo en mente - Dije con bastante seriedad, pero la cercanía era tanta que no pude evitar juntar un poco más nuestro cuerpo. Por suerte, ella no se dió cuenta de qué tan comprometida estaba en mi diversión cachonda.
- ¡No! ¡Tu Huiras De Aquí! Yo puedo encargarme dé espantarlas sóla, sin embargó, eres un humano normal y frágil. ¡Podrías Morir En Medio De La Batalla! - Dijo bastante preocupada, mientras sus guantes metálicos me alejaban de ella suavemente.
- Pero es que me da miedito - No tenía ni la más puta intención de que se me escapará - Si salgo, que me garantiza que no me mande a volar un misil y me maté. ¿No me puedes llevar a un lugar seguro con tigo?
Mis palabras congelaron a la Espíritu, sé volteó y me miró con una cara tan cómica que casi me mata de la risa. Sin embargo, ella empezó a meditar con una mano sosteniendo su mentón.
- Tengo una idea - Ella de un chasquidos hizo algo que no entendí, pero rápidamente me dí cuenta que detrás de mi salió un gran trono.
No me dió buena espina.
- No creo que defenderme con una silla sea lo mej- ¡Haa! - Sin esperarmelo, fuí empujado hacia la silla "Suavemente", quedando sentado en está.
- ¿Confías en mi?
Ésas palabras me dan todo menos confianza.
- Depende de lo qué me pidas - Solté mí confiable frase.
- Mantente seguro - Dijo con una mirada intensa.
- Puedo hacerloooooOOOOOOHHHH!!!
VOLÉ. La puta silla se levantó del suelo y empezó a volar, destruyendo el techo de la escuela y mandándome directo a lo desconocido.
- ¡¡HIJA DE PUTAAAAAAAAAAHHHH!! - Comenté tranquilamente.
Pasaron unos largos tortuosos minutos antes de que la silla empezará a detenerse lentamente. Abrí un ojito y miré a mi alrededor.
Puro celeste, nadamás que un panorama celeste qué me hizo créer qué la inflación estaría a la vuelta de la esquina.
Confundió miró hacía mi derecha cómo a la izquierda. Pero era lo mismo.
- ¿Que mierda? ¿Ésa puta me mandó al carajo con su silla? ¿Podía volar siquiera esa silla? Bueno, no lo recuerdo, tal vez si mamAAAAAHHHH - Gritó del horror al ver abajo de la silla.
Tendría que estar el suelo, pero no fué así, estaba literalmente a kilómetros de altura de done me encontraba. Tenía toda la puta vista de la ciudad, y estaba seguro de que sería muy disfrutable sí es que el asiento tuviera siquiera un cinturón de seguridad.
- ¡MIERDA! - Me golpe duramente la espalda contra el asiento. Recordé que le tengo miedo a las alturas.
- ¡¡SÁLVAME JESÚS!!
Fin Cap.
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