El tiempo con los niños fue especial. Intentaron vigilar más a su hijo y evitar muchas situaciones como las anteriores, aunque esto pereció poner triste al pequeño. Sus otras niñas también crecieron, pero no parecían tener nada tan especial como él. La mayor resultó ser algo agresiva y con fuertes ataques de ira por momentos, la menor era lo contrario, tranquila y adorable.
Las escenas poco inocentes con su hijo se repitieron un poco... Él pellizcando sus pezones a través de la ropa con una expresión de confusión... succionándole el pecho a su hermana mayor... presionando sus pezones como si fueran botones... mirarlas con intriga mientras se cambiaban... lamer sus cuellos cuando lo alzaban... cosas por lo que lo castigaban y se terminaba poniendo triste con expresiones de no entender cuál era el problema.
También notaron otras cosas cuanto más crecían. Su hijo por momentos tenía orejas de zorro en su cabeza, lengua de serpiente, cola de gato o cosas por el estilo... perecía que aparecían y desaparecían espontáneamente.
Se dieron cuenta de que era más especial de lo que esperaban, ya que en un momento vieron como él, mientras jugaba con una hormiga en el suelo, de alguna forma consiguió que esa hormiga creciera hasta el tamaño de una rata y tuviera tres cabezas.
Jean tubo que matar a esa hormiga con una silla, puesto que era muy agresiva y casi llego a atacar a sus pequeños. Una vez muerta, el niño volvió a tocarla y, con un resplandor celeste, esa hormiga volvió a la normalidad.
No pudieron entender el porqué era tan diferente, parecía que recordaban algo, pero a la vez era todo muy difuso. Llegaron a la conclusión de que hubo algo que les hizo olvidar a la fuerza que era, pero lo que si recordaron es que ellas estaban de acuerdo con eso, más cuando pudieron relacionar la barrera que los protegía con su hijo.
El mundo llegó a la paz otra vez y se estaba recuperando. Aunque los muertos aún rondaban por la tierra, con la protección del las naciones unidas supervivientes, así también con la desaparición del señor oscuro, se pudo volver a caminar por las calles con más tranquilidad.
Las madres decidieron terminar su aislamiento ahora que era seguro y llevar a su hijo a pasear y dejarles conocer el mundo exterior, por lo que se las podía ver salir con cierta frecuencia, aunque se esforzaron por evitar que las anormalidades de su hijo se expusieran, ya que eran las más notorias. Aunque ciertas cosas fantásticas eran más aceptadas, eso no impidió que temieran un poco, así que lo escondieron como pudieron, con encantamientos o ropas gruesas.
También decidieron que enviarían a las niñas a la escuela cuando tuvieran la edad. Fue idea de Jean, que creía que el contacto con otros niños, así como la educación formal, les haría bien. Su mujer no estaba acostumbrada a eso debido a que provenía del mundo mágico, pero terminó estando de acuerdo.
Con su hijo las cosas fueron algo diferentes. A él no podían enviarlo a una escuela muggle, ya que sus habilidades podían salirse de control por momentos dándole orejas o colas de gato, cosa que no podría ocultar. Decidieron que a él le enseñarían en casa como acostumbran los magos, y de esta forma no causaría 'accidentes'.
...
Hubo un momento, cuando los niños mayores tenían cuatro años, la bruja se llevó a las niñas para hacer unas compras y Jean se quedó solo con su hijo, preparando el pastel para el cumpleaños de su hija menor.
Su hijo estaba viendo televisión, sí, podían usarla, parecía que la barrera alrededor de la casa estabilizaba las energías evitando que se interpusieran entre sí, por lo que la televisión y otros electrónicos funcionaba. El niño se levantó para ir a ver a su madre, este se colocó detrás de ella y en vez de hablarle como tenía pensado se le quedó mirando el trasero con curiosidad. Él extendió la mano y por debajo de su falda termino colocando su mano sobre su coño cubierto por las bragas.
"¡AHHH!" Lanzó un grito "¡Riuz ¿Qué haces?!"
"Se siente raro..." Dijo pensativo
"No toques a mama ahí, esta mal"
"¿Por qué?"
"Porque está mal hacerlo, eso es malo, muy malo"
"¿Por qué es malo? ¿Te duele?" Preguntó con algo de preocupación.
"No, es que..." Jean dudó pero luego termino decidiendo algo "Ven conmigo"
Jean lo llevó a su cuarto, sabía que era algo joven, pero creyó que era momento de hacerle entender algunas cosas. Su comportamiento no era el adecuado y no parecía que hiciera nada de esto con malicia, por lo que era difícil explicarle que se equivocaba, así que decidió darle una charla sobre estos temas.
Jean subió a su hijo a la cama para que pudiera hablarle con más tranquilidad.
"Mira, hay partes del cuerpo que no se deben tocar"
"¿Qué partes? ¿Por qué?"
"Aquí y aquí en una mujer y aquí en un chico" Jean señalo las partes importantes del cuerpo.
"¿Por qué ahí no y el resto si?"
"Porque esas partes son especiales"
"Como tus pechos" Riu señalo las tetas de su madre con felicidad pero también angustia "¿Por qué ya no me dejas chuparlo? Me sentía muy tranquilo cuando lo hacía ¿es porque son especiales?"
"Ya eres un niño grande y ya no sale leche" Trató de explicar, pero solo vio como a su hijo le crecieron orejas de perro y se cayeron a los lados para luego tapar sus ojitos tristes. Tuvo que esforzarse un poco por no reírse, esta habilidad de su hijo era en parte bastante divertida.
"... es triste..."
"... no te pongas mal, es parte de crecer..." Dijo Jean sentándose a su lado tratando de consolarlo, en parte no entendía por qué era tan difícil explicarle a su hijo estas cosas, ya lo habían intentado antes y no funcionó.
"... ¿Pero si vuelve a salir leche de aquí no hay problema...?" Dijo el pequeño Riuz extendiendo su mano y apretando el pecho de su madre.
"¡NO!" Grito Jean al ver como su hijo extendía su mano a la vez que uno de sus ojos se tornaba color rosa, lo que le indico que algo iba a salir mal.
No pudo evitar que su hijo la toque y pudo sentir rápidamente como un cosquilleo en sus pechos. Ella se alejó de él y pudo ver como sus senos se agrandaban, solo levemente, pero un cambio visible. Sus pezones se endurecieron y sintió humedad en ellos.
"¡Mama! ¡¿Estás bien?!" Su hijo preocupado por su reacción y salto a abrazarla.
"Sí, mama esta bien, mantente ahí" Ella lo detuvo, no quería asustarlo más porque en sus pequeños ojos podía ver mucha preocupación y miedo. A pesar de causarle esto, ella sabía que no era su culpa.
"¿Estás bien mama?"
"Sí... estas son las cosas que debes evitar"
"¿Qué cosas? ¿Tocarte el pecho?"
"Si y cosas parecidas... no esta bien y puedes lastimar a los demás, mama esta bien pero puedes lastimar a otros"
"Perdón"
"Esta bien, dime bien si entendiste, ¿Qué no debemos tocar en los demás?" Dijo mientras trataba de no acariciar sus pechos.
"¿tus tetas...?"
"¿y qué más?"
"...¿La otra parte de ti que sabe graciaoso?"
"¡¿Q-Qu-Que?!" Se sobresaltó.
"Ese lugar ahí abajo que sabe rico" Señalo la entrepierna de su madre.
"¡¿Cómo que sabe rico?! ¿Cómo sabes a qué sabe?" Preguntó alterada.
"Me acuerdo que una vez lo probé... pero no era asi rico, sabía raro, pero se sentía gracioso"
"¿T-Te acuerdas-s?" Preguntó temerosa de saber la respuesta.
"Sí... no... no sé... solo me acuerdo que lo probé, pero no como fue... o cuando fue... no me acuerdo" Quedo pensando tratando de recordar, pero no podía.
"Esta bien, no trates de recordarlo, es mejor si no lo recuerdas, eso es algo malo"
"Bueno..." Dijo triste otra vez creyendo que lo regañaron.
"Mira, no es que hayas hecho algo muy malo, pero tienes que crecer para poder hacerlo"
"¿Tengo que crecer?"
"Si, crecer para poder hacerlo con la persona que te gusta y solo con ella"
"¿Pero y si quiero hacerlo ahora no puedo?"
"¿Quieres hacerlo ahora?"
"No... pero a veces si, pero me retas cada vez..."
"¿Y por qué tienes ganas de hacerlo siempre?" Jean se dio cuenta de que tal vez estaba obviando algo importante, siempre supuso que su hijo tenía una especie de mal hábito de forma inocente... ¿Pero y si habia una razón para ese hábito?
"Por la tele"
"¿La televisión?" Preguntó sorprendida, no es que tengan la televisión desde hace mucho, pero tal vez el habia visto algo no adecuando para niños o algo parecido.
"Sí..."
"¿Viste algo raro en la televisión? ¿Con quién lo viste? ¿Fue con mama Pan?" Preguntó, sabiendo que no dejan a los niños frente al televisor si no hay nadie cerca para evitar cosas como las que ahora sospechaba.
"No la televisión de la sala" Negó "La televisión de mi cabeza"
"¿Tienes una televisión en tu cabeza?"
"Sí... ehh... no... son sonidos e imágenes... a veces lo veo como en la tele, pero otras veces la veo como yo, como si yo me moviera en lo que veo, pero no elijo que hacer… a veces son cosas lindas, pero otras veces son cosas feas..." Trató de explicarle a su madre.
"¿Cosas feas? ¿Cómo que?" Pregunto Jean algo asustado, no sabía eso y ahora estaba preocupada.
"A veces veo gente lastimada, sin la cabeza en su lugar o con cosas pasando por su cuerpo y ya no se mueven... gente cortando con grandes cuchillos a otras o usando sus manos para arrancar partes del cuerpo, no sé bien... a veces esta borroso" Describió algo molesto pero no muy afectado "Y luego las cosas lindas como lugares hermosos, gente con armaduras que brillan o personas que se tocan en los lugares que tú dijiste que son malos... a veces gritan pero dicen que se siente bien y cuando lo veo quiero hacerlo también y por eso te toco a ti o a mama Pan"
"¿Desde cuándo ves esas cosas?" Jean se acercó y tomo a su hijo por sus hombros, ahora estaba asustada, esto era peor de lo que siempre pensó, no es un simple mal hobby...
"Desde... desde siempre creo, no recuerdo cuando, pero siempre están ahí antes... a veces si trato de recordarlos vuelven a aparecer" Dijo tratando de pensar y cuando lo hizo su ojo se tiño de un color rosado asustando a su madre que no tuvo tiempo de alejarse.
Esta vez fue demasiado par ella, ya estaba soportando la sensación de hinchazón de sus pechos más esa frustración sexual increíble y ahora recibió otro golpe de ese 'poder'. La razón por la que Jean era la que más situaciones como esta tenía era principalmente que como humana sin magia no tenía muchas protecciones contra este extraño poder. Pan, aunque también se vio afectada, tardaba un poco más en llegar al mismo nivel.
"AHHhhhmmm..." Lanzó un fuerte gemido mientras sus ojos se iba hacia atrás y la saliva goteaba de su boca.
En este momento la conciencia de Jean se nubló y la lujuria de su cuerpo empezó a tomar el control. Cayó de rodillas y su mano derecha fue a uno de sus senos que ahora no paraban de gotear leche, mientras que su mano izquierda entró en su ropa interior para tocar su cueva ahora completamente mojada.
"¿Mama...?¿Estás bien...?" Preguntó Riuz, al ver a su mamá actuando raro y haciendo sonidos como los de las cosas que veía en su mente se preocupó un poco.
Jean no reaccionó como debería, ya no tenía el control de su cuerpo, si no se habría alejado de su pequeño hace tiempo para protegerlo de sí misma. Los ojos perdidos de la mujer en el suelo se centraron por un momento en el niño confuso delante de ella.
Ella saltó hacia delante, colocando las manos sobre su hijo que quedo acostado debido al empujón, y con fuerza le quito la ropa inferior. Riuz, asustado, quería alejar a su madre, pero en el momento que estaba a punto de usar involuntariamente el poder opuesto al que hizo que su madre se comportara así, sintió que algo húmedo y caliente atacaba sus partes sensibles.
Él miró hacia adelante y vio como la boca de su madre cubría su pequeño pene, estaba por resistirse, pero la sensación que le daba junto a la lengua que jugaba con su pequeña cosa le impedía hacerlo.
Su madre, en su estado desenfrenado de lujuria, empezó a chupar y lamer su pene y pequeñas bolas al mismo tiempo, todo mientras lágrimas caían de sus ojos, pero sin poder distinguirse si era por el inmenso placer que sentía o porque estaba consciente de lo que estaba haciendo y no podía parar por propia voluntad.
Unos pocos segundos después de que Jean empezara a succionar los genitales de su hijo, Pan, que habia llegado a casa, se puso a buscar a su pareja luego de dejar a las niñas sentadas en el sofá.
"¿Jean...? ¿Jean estás en casa? Esta saliendo humo del horno" Pan estaba llamando a su pareja luego de apagar el horno y sacar un pastel carbonizado, preocupándose.
Ella se acercó a la habitación, creyó parecerle escuchar algo por lo que fue a ver. Cuando entró a la habitación escucho una especie de gemido de su hijo y lo que vio la dejo en confundida por un momento hasta que más o menos entendió y avanzo rápidamente.
"¡¿JEAN QUE ESTÁS HACIENDO?!" Pan la levanto a la fuerza de sobre su hijo, cando se acercó comprobó que era lo que temía.
Pero no hubo explicaciones de parte de Jean, cuando fue levantada ella se abalanzó sobre su mujer como un zombi, uno lujurioso. Pan fue besada ferozmente y pudo sentir como algo iba completamente mal con su pareja y con ese beso. Sintió un sabor raro proveniente de la boca de su mujer, algo espeso, y cuando recordó como la encontró se asustó más.
Jean no solo la beso, sus manos ya habían entrado en la ropa de su pareja y empezado a tocar todas sus partes intimas. Pan intentó liberarse, pero se dio cuenta de que era tarde, lo que sea que haya tenido Jean en la boca, incluso si era lo que temía, estaba drogándola de algún modo. Empezó a perder la inhibición y sus ganas de resistirse, acepto por completo el avance de su mujer y ella también comenzó a actuar.
Las dos mujeres empezaron tocarse y frotarse en el suelo sin contenerse, ahogadas en deseo por más.
"¿Mama...?¿Están bien...?" Pregunto Riu al ver a sus madres haciendo cosas que no entendía del todo.
Las mujeres que se besaban con ferocidad y tocaban sus partes húmedas se detuvieron. Miraron al niño, que se asustó por las miradas depredadoras de sus madres, y saltaron sobre el cómo un perro a un trozo de carne.
Las dos mujeres empezaron a chupar sus pequeñas partes como antes, pero con más ferocidad. Riuz se asustó y a diferencia de la primera vez no lo disfruto, ahora habia dos personas que peleaban por su pequeño cuerpo, usando mucha fuerza en su succión y sin tener ningún cuidado.
La brusca acción de las mujeres le causo dolor al niño, el cual asustado y ansioso trato de empujarlas y alejarlas de su cuerpo.
"¡Paren...!" Grito tratando de empujar sus cabezas y en ese momento una onda expansiva de color celeste salió de su cuerpo que empujo con fuerza a ambas mujeres.
Riuz se liberó, pero miro con miedo a las dos mujeres que fueron tumbadas en el piso. Esa onda expansiva no solo las alejo, sino que también hizo que una especie de vapor rosa saliera de sus cuerpos para terminar desapareciendo en el aire.
Jean y Pan perecieron despertar lentamente de un sueño profundo, levantándose algo adoloridas del suelo para ver como su hijo se escondía de ellas entre las sabanas y almohadas de su cama. En ese momento sus cabezas hicieron clic y los recuerdos de lo que hicieron regresó a sus mentes, causando que se congelaran en el lugar.
Jean fue la que menos pudo soportarlo y cayó de nuevo al piso de rodillas llorando, no podía creer lo que hizo y aunque sabía que no fue realmente su propia voluntad, aun así la mirada de terror de su hijo le causo un inmenso dolor.
Pan tampoco estuvo mejor, pero trató de ser más racional y vio si su hijo estaba bien. Cuando trato de acercarse noto que el Riuz parecía estar mareado y poco después cayó dormido a la cama como si se hubiera desmayado.
Pan fue a revisarlo pero noto que solo estaba dormido, muy dormido... completamente inconsciente. Fue a buscar a Jean, preocupada, la cual seguía en el suelo llorando, para preguntarle que paso y ver que es lo que le pasaba a su hijo. Pero al momento también noto que sus hijas miraron desde la puerta lo que estaba pasando, no desde hace mucho, pero cuando llegaron vieron como sus madres estaban tiradas en el suelo
"¡Jean, ¿Qué pasó? Dime!" Trato de hacerla reaccionar.
"¿Qué hice?... ¿Qué hice?... ¿Qué hice?" Seguía repitiéndose.
"Reacciona, necesito saber que pasó con nuestro hijo"
"¿Cómo pude hacer esto...?"
*Slap* Pan abofeteo a su mujer al ver que no respondía, no quería hacerlo pero no tenía tiempo que perder.
"..."
Jean pareció reaccionar y cuando escucho a Pan que no era el momento de culparse se dio cuenta de que tenía razón. Ella vio a sus hijas mirándola con miedo, preocupación y tristeza, no sabían lo que le paso a su madre o por qué estaba llorando, y ella no iba a dejar que lo sepan, por lo que decidió tomar fuerzas y recomponerse.
"¿Qué pasó?"
"Es peor de lo que pensamos, no es solo una habilidad rara... él me dijo que ve cosas en su cabeza que le hacen actuar así... justo cuando estaba tratando de recordar las cosa que veía me toco y sucedió como otras veces pero con más fuerza y así terminamos..." Soltó un quejido al recordarlo, aún podía sentir el sabor en su boca y eso la estaba desgarrando.
"¿Qué? No importa, lo resolveremos más tarde, vamos a llevarlo a un hospital" Decidió Pan preocupada por el desmayo de su hijo.
Jean asintió y cargo a las niñas. Ambas mujeres viajaron a Saint Mungo ese día para saber que pasaba con su hijo, y en ese viaje obtuvieron algunas respuestas.